- Dificultad por controlar un estado de constante preocupación.
- Aparición de alguno o varios de las siguientes respuestas: inquietud, dificultades de concentración, irritabilidad, indecisión, fatiga fácil, agresividad, tensión muscular, inestabilidad emocional.
Trastorno de pánico o Crisis de angustia (ataques de pánico): Se caracteriza por la aparición aislada y brusca de episodios de miedo extremo, acompañada por algunos de los siguientes síntomas: Palpitaciones, sudoración, temblores, ahogo, sensación de atragantarse, malestar torácico, nauseas, mareos, desrealización (sensación de irrealidad), despersonalización (estar separado de uno mismo), miedo a morir, sofocos.
Agorafobia: Ansiedad al encontrarse en situaciones donde escapar puede ser difícil o embarazoso.
Trastorno de Ansiedad Social (fobia social, miedo escénico, miedo a hablar en público, timidez extrema): La persona con ansiedad social experimenta un temor excesivo ante la perspectiva de participar en un evento social o actuación pública. Este temor es reconocido como irracional por parte del que lo experimenta, pero el malestar que le causa le hace inhibirse o incluso evitar su participación en estas situaciones. Un fóbico social suele pensar cosas como “qué pensarán de mí”, “quedaré mal”, voy a hacer el ridículo”.
Trastorno obsesivo compulsivo: Las personas se ven invadidas por pensamientos o imágenes indeseadas, repetitivas y que causan un gran nivel de ansiedad. Las obsesiones más frecuentes tienen que ver con la suciedad, la comprobación, el orden, el sexo, la violencia. Para bloquear o reducir el malestar causado por las obsesiones, aparecen las compulsiones o rituales. Ejemplos de compulsiones sería lavarse las manos, comprobar repetidamente o crear pensamientos compensatorios.
Trastorno por estrés postraumático: Aparición de ansiedad después de experiencias traumáticas, como un atraco, violación, accidente, terremoto, secuestro. Las personas reviven mentalmente escenas de tal suceso, frecuentemente tienen pesadillas y tratan de evitar a toda costa cualquier situación relacionada minimamente con el trauma.
Hipocondría: La persona está convencida de que tiene una grave enfermedad que los médicos no han sabido diagnosticar. Interpretan las sensaciones físicas (por ejemplo, de ansiedad) como síntomas de la supuesta enfermedad.
Fobias específicas: Es un miedo exagerado a situaciones concretas u objetos, como a volar en avión, la visión de sangre, precipicios, animales. La persona evita sistemáticamente estas situaciones.